Simbolismo iconográfico

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Este es el famoso ícono de la Trinidad, la Trinidad de Rublev. Fue escrito por el iconógrafo ruso Andréi Rubliov considerado el más grande iconógrafo de Rusia.

En esta explicación sólo nos interesa hacer notar los elementos simbólicos del ícono y entender sus significados. Los símbolos y sus significados son que los siguientes:

Los tres ángeles:

Lo primero que vemos porque, resaltan por su tamaño, son tres ángeles. Representan a las tres personas de la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Parecen jóvenes y tienen una apariencia bella. Sus miradas son muy parecidas y tienen la misma cabellera. Que sean parecidos entre ellos simboliza que Dios es uno sólo.

Tienen aureolas doradas, los círculos que rodean su cabeza, que significan la santidad. El color dorado, que en realidad es oro, simboliza a Dios mismo, porque Dios es la “luz increada”. También el dorado u oro simboliza la Gloria de Dios cuando Dios se manifiesta.

La unidad de la Trinidad también está representada por el color azul que los tres ángeles tienen en su ropa, el azul es símbolo de la divinidad. Otro símbolo que expresa la unidad de la Trinidad son las alas naranjas de los ángeles que se tocan unas con otras.

Los ángeles están sentados en asientos a modo de tronos alrededor de una mesa o altar. El ángel de la izquierda es el Padre, el del medio es el Hijo y de la derecha es el Espíritu Santo. Por los movimientos de sus cabezas y sus miradas nos damos cuenta que están hablando. ¿De qué estarán hablando? El tema que que están tratando en esta mesa es el plan de salvación de la humanidad.

Cada uno de ellos lleva un cetro que significa un poder. Cada cetro está orientado hacia el poder que representa. El Padre dirige su cetro hacia la casa, el Hijo dirige su cetro hacia el árbol, y el Espíritu Santo hacia la montaña. El Padre es el que tiene su casa en el cielo, el Hijo es el que muere en el árbol, en la cruz y el Espíritu es el se manifiesta en la montaña con signos sensibles como la nube o el fuego a lo largo de la historia de la salvación.

Hay un movimiento circular permanente que empieza en el pie izquierdo del ángel que representa el Espíritu Santo, continúa en la inclinación de su cabeza a la que acompaña también la inclinación de la montaña y de árbol dirigiéndose todo el movimiento circular hacia el ángel que representa al Padre. Esto simboliza que el Padre es el principio y fin de todo, y todo el mundo es atraído hacia él por la fuerza del Espíritu Santo a través del Hijo. El movimiento circular es claro en las miradas de los ángeles. Tanto el Hijo como el Espíritu Santo miran al ángel de la izquierda, esto simboliza las dos procesiones intratrinitarias: el Hijo procede del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. También el árbol y la montaña participan del mismo movimiento, esto es, están inclinados hacia el Padre.

Dios Padre: el color del manto que usa el Padre en el ícono original de Rublev es translúcido, no tiene un color propiamente, ya que simboliza que al Padre nadie lo vio excepto el Hijo y nadie puede describirlo fielmente, nadie puede comprenderlo sino el Hijo. En este ícono se usa en cambio un rojo amarronado pero con muchas luces al que le atribuimos el mismo simbolismo que el original.

Con su mano derecha el Padre bendice el cáliz y concede el permiso al Hijo que dé comienzo al plan de salvación a través de la encarnación. El Hijo obedece y también bendice el cáliz con su mano derecha. Sus dos dedos simbolizan la doble naturaleza que tendrá el Hijo cuando, al encarnarse: su divinidad se unirá a la humanidad. Él será verdadero Dios y verdadero hombre. 

La casa: representa la casa del Padre, es decir el templo. Cristo dijo que son muchas las moradas que hay en la casa del Padre y añadió que fue a prepararnos moradas en la casa de su Padre cuando ascendió a los Cielos. Jesús, en varías ocasiones, llamó al templo: “la casa de mi Padre”. Pero también la casa representa la Iglesia en la que el Padre está presente porque la Iglesia es el nuevo templo de Dios. 

El Hijo: Está sentado en el centro de la mesa. Usa los mismos colores que usa en el ícono del Pantocrator. Su manto es azul porque simboliza que es verdadero Dios. Su túnica es roja porque significa que será verdadero hombre.

En su hombro derecho lleva una franja de color naranja que se llama “claviculum”, que simboliza que Cristo es el sumo y eterno sacerdote.

El árbol: simboliza el árbol de la vida. En el comienzo de la historia de la salvación, en el Génesis, encontramos el árbol de la Vida en el centro del jardín del Edén, y al final en el Apocalipsis vuelve a aparecer en la Jerusalén celestial. Pero hay un árbol que se contrapone de manera sorprendente al árbol de la Vida. Este árbol es el árbol de la cruz que es el nuevo árbol de la Vida. En la historia de la Salvación el árbol de la vida aparece al principio, en el jardín del Edén y al final en la Jerusalén celestial, y la cruz está entres estos dos árboles del principio y del final. Podríamos decir que la cruz está en el centro de la historia. Pero, de una forma paradójicamente este nuevo árbol de la vida es donde muere la vida misma, muere el que dijo “Yo Soy la Vida”. Pero muriendo así la Vida, en la Cruz, se convierte en alimento de Vida eterna para todos los que coman de él y de esta forma los hará retornar al Paraíso que perdieron al principio.

El cáliz y el cordero: los ángeles están reunidos alrededor del cáliz. No lo miran,  pero cada ángel tiene la mano derecha dirigida hacia él, indicando que el cáliz sagrado es el centro de su interés, la clave de lo que están pensando y el tema que están tratando.

Y entonces es importante notar que en el interior del cáliz hay un cordero. Este cáliz representa el cáliz de la nueva alianza, alianza que se sellará con la sangre de Cordero de Dios. Es el cáliz de la eucaristía en el que Cristo convierte el vino en su sangre, sacrificio que luego se realiza en la cruz y se vuelve a hacer presente en cada Eucaristía.

Y porque este misterioso cáliz que contiene al cordero muerto y está en el centro de la Trinidad vislumbramos un gran misterio: el Cordero está en el corazón de la Trinidad ya antes de la creación del mundo pues se trata “del Cordero” que se ofrece en sacrificio de rescate, es decir nuestro Señor Jesucristo que murió en la cruz.

 mesa: simboliza el banquete divino preparado en la tierra para que el hombre participe de él. La mesa cuadrada representa la tierra con sus cuatro puntos cardinales.

Las manos de los ángeles están dirigidas a ella, lo que simboliza que la tierra es el centro del amor divino, el templo santo que Dios creó para que el hombre viva y participe de su misma vida.

Este banquete preparado cobra un sentido sacrificial porque el hombre se alejó de Dios por la caída, por el pecado. Por eso esta mesa del banquete divino también es un altar en el que se inmola el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.

Sólo el Hijo y el Espíritu Santo tocan la mesa porque son las dos Personas que vienen en misión a la tierra. El Hijo vino en la encarnación y el Espíritu Santo en Pentecostés.

El espacio vacío en la mesa es una invitación al que observa el ícono, al hombre,  para que participe del banquete divino. El ícono invita al que mira a sentarse en el lugar que está preparado, delante de la copa de la Salvación.

El Espíritu Santo: es el ángel que está a la derecha. Lleva una túnica azul que simboliza que es Dios. El manto verde que usa simboliza la vida y la profecía. La vida está relacionada con la tierra porque el Espíritu Santo que es el “Vivificador”, es el que renueva la faz de la tierra. Y por eso el ángel de la derecha está tocando la mesa que simboliza la tierra.

También es el Espíritu Santo el que inspira a los profetas y los impulsa a hablar en nombre de Dios y es por eso que el verde también simboliza la profecía.

La montaña: es donde Dios se manifiesta a lo largo de toda la historia sagrada. Y esa manifestación se dio en general a través de símbolos relacionados con el Espíritu Santo: el fuego en la zarza ardiente en el monte Horeb, la nube y el fuego en el monte Sinaí y nuevamente la nube en el monte tambor.

Los tronos: los ángeles están sentados en asientos como tronos. El trono es símbolo de poder y majestad, en este caso del poder y majestad de Dios. El trono del ángel de la derecha que representa al Padre está más alto que el trono del ángel de la izquierda que representa el Espíritu Santo. Esto simboliza que el Padre es el Principio de todo. Del Padre procede el Hijo y del Padre y del Hijo como un solo principio procede el Espíritu Santo.

Al final de esta explicación vamos descubrir la geometría sagrada que está escondida en este ícono.

Los triángulos equiláteros:

            Uniendo los asientos de los ángeles laterales con la cabeza del ángel central notamos que se forma un triángulo equilátero. El triángulo es el símbolo de la Trinidad por tener tres ángulos y tres lados iguales y ser una sola figura porque Dios es uno pero tres Personas. 

También si juntamos con líneas el punto debajo de la mesa con la cabeza de los ángeles de la derecha y la izquierda encontramos que los ángeles están dibujados en un triángulo equilátero pero ahora con el vértice hacia abajo. Al revés del primero. Este triángulo invertido es símbolo del descenso de Dios a la tierra, es decir su manifestación que es exactamente lo que está ocurriendo en el pasaje de la escritura que representa este ícono. Dios se manifestó a Abraham.

La estrella de David:

Para unir las dos figuras anteriores, es decir los dos triángulos uno con el vértice hacia arriba y otro con el vértice hacia abajo, vemos que si superponemos los dos triángulos se forma la “estrella de David”, que inscribe al personaje central, es decir el Hijo. En su simbolismo original la estrella de David significa la unión de Dios con el hombre y es perfecto que sea el Hijo el que enmarque en él. Porque en Cristo Jesús es donde se unió Dios y el hombre de una manera misteriosa y paradigmática. Y también Cristo es el hijo de David y heredero de su trono.

El círculo:

Podemos dibujar un círculo alrededor de los ángeles y vemos que la forma circular sigue los movimientos de estos. Y notamos que el centro del círculo es la mano del ángel que representa al Hijo.

El círculo, por ser una línea que no tiene principio ni fin es símbolo de la eternidad y de Dios mismo.

La cruz:

También podemos descubrir una cruz escondida en este ícono. La cruz se forma con una línea horizontal que une las aureolas del ángel de la derecha y de la izquierda. Y la línea vertical de la cruz se traza sobre el ángel del medio que representa al Hijo. Porque es el Hijo el que encarnándose murió en la cruz para la salvación de la humanidad.