Simbolismo iconográfico
Los símbolos que queremos aprender en este ícono son los siguientes:
El árbol del conocimiento del bien y del mal:
Está en la esquina superior derecha del ícono. Su color verde simboliza la vida que se perdería al transgredir el mandamiento que pesaba sobre ese árbol. Tiene nueve frutos en total, 8 en el árbol y uno en las manos de Eva y Adán. Este número en los frutos simboliza que si el hombre pasaba la prueba de no comer del árbol prohibido sería como los ángeles del cielo que están continuamente viendo el rostro de Dios.
En el árbol está enrollada una serpiente. Es satanás o diablo que tienta al hombre para hacerlo pecar y quitarle la vida.
La serpiente: está tocando el árbol del conocimiento del bien y del mal y es de esta forma que engañó a Eva porque ella pensaba que el mandamiento prohibía incluso tocar el árbol.
La serpiente tiene el rostro vuelto hacia la mujer y no hacia el varón, pues es a la mujer a quien primero tienta y hace caer, y por medio de la mujer, también hace caer al hombre. El color azul de la serpiente simboliza que es un espíritu, un ángel.
Adán y Eva: están cerca del árbol del conocimiento del bien y del mal. Están desnudos porque aún no han caído en pecado. Su ropa es su propia carne porque aún no conocen el pecado. Ambos tocan con la mano el fruto del árbol prohibido del cual Satanás los convenció a comer.
En un segundo momento, los vemos ya con vestidos fuera del jardín y alejándose de la presencia de Dios. Los vestidos son de piel de cordero que Dios les hizo porque se le abrieron los ojos después de pecar, se descubrieron desnudos y tuvieron vergüenza. Ellos perdieron sus vestiduras sacerdotales y su inocencia. Es notable que Dios les haya hecho vestiduras de piel de cordero cuando ellos inmediatamente después de pecar se hayan hecho vestiduras de hojas de higuera.
En la segunda vez que aparecen se los ve siendo expulsados por un ángel del jardín por haber desobedecido el mandamiento de Dios.
Las montañas, el suelo y el color verde del jardín y las flores: vemos que las montañas y la tierra hacia la que van Adán y Eva están secas y desérticas. Este desierto hace un gran contraste con el verdor y el florecimiento del jardín. Esto simboliza que el pecado del hombre no sólo produjo un desorden en el hombre mismo, sino que también se desordenó todo los demás: los animales y la naturaleza. El desierto que se ve fuera del jardín simboliza la desarmonía en toda la naturaleza causada por el pecado.
La puerta del jardín: vemos que hay tres escalones antes de llegar a la puerta. Son similares a los escalones que hay que subir siempre antes de llegar a un altar, que es la parte más importante y sagrada del templo. La puerta está cerrada en señal de que la comunión del hombre con Dios se ha roto. Por ello delante de la puerta hay un querubín vigilando para prohibir la entrada al hombre. El querubín tiene en su mano una espada que en la biblia se describe como flamígera, es decir, encendida en fuego y zigzagueando. En la biblia, en realidad, hay dos querubines y no solamente uno como en este ícono.
Los dos querubines y la espada encendida en fuego tienen un doble simbolismo. Uno negativo y otro positivo. El simbolismo negativo, el más conocido, es que impide el acceso o el camino al árbol de la vida. Esto está expresamente dicho en el texto del Génesis. El simbolismo positivo, que es el menos conocido, es que los querubines y la espada son la presencia de Dios para el hombre que ahora está fuera del jardín. La espada es símbolo de la Palabra de Dios.