Simbolismo iconográfico
En este ícono queremos descubrir los siguientes símbolos:
Abel: tiene en su mano un cordero, que es el animal elegido por él para ofrecer un sacrificio a Dios. Este cordero que resalta por su blancura está encima de un altar. De esta forma es símbolo de Jesucristo, el verdadero cordero sin mancha que será sacrificado en el altar de la cruz y con su sangre borrará el pecado del mundo.
Las vestiduras de Abel son de color verde y naranja. El color verde es el color de la esperanza. Porque Abel tenía esperanza de agradar a Dios y recibir su perdón por medio de su sacrificio. El color naranja es símbolo de la intimidad y cercanía que tenía Abel con Dios. Los zapatos blancos de Abel son símbolo de que él caminaba en los caminos del Señor con pureza es decir, cumplía los mandamientos.
Abel mira hacia arriba, hacia Dios, simbolizando que su corazón está puesto en él.
Caín: tiene en sus manos unas hierbas que son los frutos de la tierra. Son su ofrenda. Pero como intentaba todavía ofrecer un sacrificio según se ofrecía antes del pecado, en el jardín, a Dios no le agrada su ofrenda. Dios ahora quiere la sangre de un cordero como ofreció Abel.
El color blanco de su túnica simboliza la gracia de Dios que aún no ha perdido. El color verde de su manto simboliza que él es un trabajador del campo por eso es amarronado.
Caín mira hacia su propia ofrenda simbolizando que tiene su esperanza puesta en su propio esfuerzo y no en Dios como Abel.
La montaña: tanto Caín como Abel están sobre una especie de monte. También detrás del altar sobre el que ofrecen sus sacrificios vemos una montaña. Esto es porque los antiguos siempre daban culto a Dios en los lugares altos recordando que el árbol de la vida, el lugar del culto primordial, estaba en un lugar alto, en la cumbre de una montaña.
Los círculos del cielo: hay tres círculos en el cielo del que salen tres rayos. Representan los tres cielos y los rayos representan a la Trinidad, a Elohim.
El humo del sacrificio: el humo del sacrificio de Abel rodea al cordero y sube al cielo, en cambio el humo de la ofrenda de Caín rodea su ofrenda y no se dirige al cielo sino hacia su cara esto simboliza que Dios ha aceptado la ofrenda de Abel porque le es agradable y no ha aceptado la ofrenda de Caín.
Abel al ofrecer un cordero, le recordaba a Dios su promesa de enviar a un redentor, para redimir al mundo por medio de su sacrificio. Y en cambio Caían quería seguir con la forma de dar culto del jardín a pesar de que sabía que Dios, en este momento, no quería este tipo de ofrenda. Caín estaba haciendo un rito que no agradaba a Dios.
Adán y Eva: están siendo expulsados por un ángel del jardín porque pecaron. Sus vestidos son de pieles de cordero. Son los vestidos que Dios les hizo cuando los expulsó del paraíso para recordarles que, gracias a la sangre de un cordero, ellos serían perdonados y por la sangre “del Cordero” volverían al lugar de donde habían sido echados, es decir el Paraíso.
Tanto Adán como Eva tienen las manos elevadas hacia el cielo en señal de oración.
El ángel: el color naranja en la vestidura del ángel simboliza su cercanía con Dios. Es más intenso que el naranja de la ropa de Abel. El color blanco simboliza su pureza y perfección. El jardín: detrás de Adán y Eva y de Abel se puede ver una muralla. Es la muralla que rodeaba el jardín del Edén. Ahora el hombre está fuera del jardín y sólo podrá volver cuando se cumpla la promesa de Dios de la semilla que debe nacer y vencer a la serpiente. Detrás de la muralla podemos ver un árbol, es el árbol de la vida, ahora inaccesible al hombre a consecuencia del pecado. El lugar en el que están es el Edén, lo que en el tabernáculo y el templo corresponde al atrio. Es el lugar donde se ofrecen los sacrificios y es exactamente lo que está ocurriendo en esta historia. Aunque en este ícono no está ilustrada, este sacrificio se realiza frente a la puerta del Jardín donde está la presencia de Dios para los hombres que están afuera del jardín.