Meditación

Please login for access. Login

Texto completo de la meditación

Ahora, sin perder este clima de oración, vamos a sentarnos en el lugar que el Padre nos ha preparado. Nos sentamos en los banquitos de oración [o en las sillitas] que hay en la casa preparados para nosotros. Porque el Padre nos trajo a la casita de nuestro corazón para hablar con nosotros!

Ya hecha esta pequeña transición de lugar, los chicos se sientan en los banquitos de oración o sillas (espacio 2). 

Vamos a volver a cerrar los ojitos un poquito más.  Y vamos a escuchar qué nos dicen. Volvamos a la casa de nuestro corazón. Dios también quiere escucharnos a nosotros. Quiere que hablemos con Él. Eso es rezar. 

Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, decidiste comenzar a crear el mundo como un templo, para que los ángeles, nosotros y toda la creación te adoremos cantando. 

Pero primero creaste al primer cantor, el más especial, Lucifer. Era el ángel más poderoso y bello que ha existido jamás. Era un serafín, con seis alas llenas de ojos. Brillaba como el fuego, porque estaba lleno de luz y le diste la misión más importante: llevar tu luz a toda la creación. 

Cuando terminaste de crearlo, le enseñaste a cantar, para que te adorara. Y le enseñaste que eras su padre y que lo habías creado por amor. Y que, por amor, lo ibas a poner a prueba. Pero Lucifer no quiso amarte, por eso no pasó la prueba. No te quiso obedecer. Porque los hijos que de verdad quieren a sus padres los obedecen. Le pediste que adorara al Niño Dios, a Jesús, tu Hijo, que se haría hombre y viviría con nosotros. Y dijo muy enojado:  “¡Non serviam! ¡Non serviam!”, que significa: “no serviré”.

Entonces no sólo no vio nunca tu rostro, sino que fue expulsado de los cielos para siempre jamás. 

Padre, cuánto dolor te causó Lucifer con su desobediencia. Nosotros sí queremos obedecer. Ayúdanos.  

Preguntas

Preguntas: 

Ahora vamos a meditar un poquito:

¿Quiero cantarle a Dios con amor para alegrar su corazón de Padre?

¿Digo a veces “no serviam”, “no quiero”, cuando me mandan hacer algo que no me gusta? ¿Qué cosa?

¿Como siempre todo lo que nos da mamá, o le digo: “no me gusta” y dejo de comer?

Palabra de Dios a aprender de memoria [la repetimos varias veces]: 

A Dios le encanta que recemos con su palabra y la aprendamos de memoria. Vamos a aprenderla de memoria: “Padre, hágase tu voluntad”. [La repetimos varias veces] Y cuando tengamos ganas de desobedecer, vamos a recordarla:

«Padre, que se haga tu voluntad.» 

Mateo 6: 10